Hoy os traemos la historia de Obie, un Teckel al que sus primeros dueños no supieron decirle que no a su mirada pidiendo comida.
Obie llegó a tal extremo que el pobre animal sufrió de obesidad mórbida. Al final, gracias a un familiar el caso acabó en manos de una voluntaria que acepto encargarse de el.
En los últimos dos años ha tenido que pasar por una estricta dieta y un programa de ejercicios, así como una operación para quitarle toda la piel sobrante, una vez recuperada la figura.
Podéis seguir el caso en su página de facebook. El caso de Obie ha sido tomado como ejemplo para tomar conciencia de que hay que seguir una dieta sana y equilibrada.
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