Actualmente, la normativa vigente solo obliga en Andalucía a la vacunación de rabia. Eso no debe hacer creer a los propietarios de mascotas que esa es la única enfermedad de riesgo, ya que existen otras muy peligrosas para nuestros perros y gatos, e incluso algunas con riesgo de contagio a las personas de nuestra familia.
En el caso de los perros adultos, que no estén expuestos a zonas de riesgo como exposiciones caninas, residencias, etc… además de la vacunación de rabia sería necesaria la vacuna trivalente como mínimo. Esta vacuna protege contra el Moquillo, que es una enfermedad grave, incluso mortal, que pueden padecer nuestros perros durante toda su vida, contra la Hepatitis Vírica, de máxima gravedad también, y contra la Leptospirosis, que además de ser muy grave para el perro puede ser contagiosa para las personas.
Además de esta vacunación básica de renovación anual, cuando un perro está expuesto a zonas de riesgo, o existe peligro epidemiológico en la zona, o simplemente se trata de una hembra que va gestar próximamente, sería conveniente ampliar la vacunación a enfermedades como la Gastroenteritis Hemorrágica Vírica, la Parvovirosis, Coronavirus, Tos de las Perreras, Piroplasmosis, Herpes Virus, etc… que seguro le aconsejará correctamente el veterinario en función de sus circunstancias.
En el caso de los cachorros las pautas son más intensivas, ya que estos no tienen un sistema inmune tan desarrollado como los adultos, y por tanto necesitan al menos, dos dosis de cada vacuna para lograr una inmunidad correcta. Además tienen máximo riesgo de padecer enfermedades como la Parvovirosis o el Coronavirus, que en adultos no es tan significativa, y por tanto exigen una vacunación más intensa y repetida en los primeros meses de vida.
Fuente: Agalia
En el caso de los perros adultos, que no estén expuestos a zonas de riesgo como exposiciones caninas, residencias, etc… además de la vacunación de rabia sería necesaria la vacuna trivalente como mínimo. Esta vacuna protege contra el Moquillo, que es una enfermedad grave, incluso mortal, que pueden padecer nuestros perros durante toda su vida, contra la Hepatitis Vírica, de máxima gravedad también, y contra la Leptospirosis, que además de ser muy grave para el perro puede ser contagiosa para las personas.
Además de esta vacunación básica de renovación anual, cuando un perro está expuesto a zonas de riesgo, o existe peligro epidemiológico en la zona, o simplemente se trata de una hembra que va gestar próximamente, sería conveniente ampliar la vacunación a enfermedades como la Gastroenteritis Hemorrágica Vírica, la Parvovirosis, Coronavirus, Tos de las Perreras, Piroplasmosis, Herpes Virus, etc… que seguro le aconsejará correctamente el veterinario en función de sus circunstancias.
En el caso de los cachorros las pautas son más intensivas, ya que estos no tienen un sistema inmune tan desarrollado como los adultos, y por tanto necesitan al menos, dos dosis de cada vacuna para lograr una inmunidad correcta. Además tienen máximo riesgo de padecer enfermedades como la Parvovirosis o el Coronavirus, que en adultos no es tan significativa, y por tanto exigen una vacunación más intensa y repetida en los primeros meses de vida.
Fuente: Agalia
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