Sin duda los japoneses nos llevan una gran delantera en los que al mundo de los perros se refiere. Nadie como ellos para cuidarlos y mimarlos. En sus tiendas puedes encontrar una amplísima variedad de productos muy imaginativos para ellos.
Lo mejor de todo es que encima son muy prácticos, como este cubre-orejas para que no se manche a la hora de comer ni se las moje al beber agua. O este artilugio para que no se pueda lamer las heridas, mucho más como que esa trompeta de plástico que suelen ponerles los veterinarios, con la que se van golpeando por todos lados.
Lo mejor de todo es que encima son muy prácticos, como este cubre-orejas para que no se manche a la hora de comer ni se las moje al beber agua. O este artilugio para que no se pueda lamer las heridas, mucho más como que esa trompeta de plástico que suelen ponerles los veterinarios, con la que se van golpeando por todos lados. 
No doubt the Japanese take us a great lead in to the world of dogs is concerned. Nobody like them to care for and pamper them. In their stores you can find a wide variety of products very imaginative for them. Best of all is that they are very practical, like this cover-ears they do not stain when they eat or drinking the water. Or this contraption for not lick the wounds, not like that plastic trumpet that often put them the veterinarians, with which they are hitting on all sides.
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