Mucho se ha hablado de Barack Obama estos últimos meses. Ahora que ha salido elegido para dirigir la nación más influyente del planeta la gente solo puede pensar en una cosa:
Al parecer los americanos no se imaginan a su presidente paseando por los jardines de la Casa Blanca sin la compañia de un fiel amigo de cuatro patas. Buddy, el labrador chocolate de Clinton, al que según dicen mataron, Barney, el Scottish Terrier negro de George Bush, que fué noticia hace poco por morder a un periodista… Todos ellos con un excelente pedigrí.
La gente hace porras con la raza del futuro “Primer Perro” de los Estados Unidos de América. ¿Será un tal?, ¿será un cual? Todos tienen el perro ideal para colocar en la Casa Blanca. Hasta Cesar Millan tiene su opinión al respecto.
Algunos ven esto como una decisión política y se inclinan por el perro "mestizo" y no de pura raza, como los demás presidentes.
El caso es que la intriga del futuro “Primer Perro” de los Estados Unidos de América está tomando más relevancia que el hecho de que en una nación donde aun hoy en día sigue habiendo grandes dosis de racismo haya salido elegido un hombre negro como presidente.
“Cual será el perro de Obama”…
La gente hace porras con la raza del futuro “Primer Perro” de los Estados Unidos de América. ¿Será un tal?, ¿será un cual? Todos tienen el perro ideal para colocar en la Casa Blanca. Hasta Cesar Millan tiene su opinión al respecto.
Algunos ven esto como una decisión política y se inclinan por el perro "mestizo" y no de pura raza, como los demás presidentes.
El caso es que la intriga del futuro “Primer Perro” de los Estados Unidos de América está tomando más relevancia que el hecho de que en una nación donde aun hoy en día sigue habiendo grandes dosis de racismo haya salido elegido un hombre negro como presidente.
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